Independientes por Alaquàs denuncia que el pabellón cubierto de Alaquàs, donde está ubicado el gimnasio y la zona deportiva, lleva al menos 5 días las duchas sin agua caliente.
En el pabellón cubierto se realiza la práctica de deporte de equipo y también está ubicado el gimnasio donde muchos vecinos y vecinas del pueblo van diariamente a la práctica de su deporte favorito o bien hacer deporte de mantenimiento. Independientes por Alaquàs recuerda también, que en dicho pabellón es donde los mayores jubilados, practican sus actividades de mantenimiento deportivo por la mañanas.
Parece ser que el servicio de agua caliente se estropeo el jueves y desde entonces, las instalaciones carecen de agua caliente, en una época en la que hace un frio considerable y en esta semana que las temperaturas han descendido mucho. INxA recuerda que hay un responsable en la instalación que está puesto por el ayuntamiento y que cobra un sueldo público para solucionar, entre otras cosas, esos problemas.
Independientes por Alaquàs estuvo presente el domingo en la entrega de premios deportivos de Junta Local Fallera, donde niños de 8 a 12 años jugaron los partidos finales del campeonato y al ir a las duchas estas continuaban sin agua caliente. También jugaron un partido, ya tradicional, entre presidentes de las comisiones falleras y miembros de junta local, los cuales tampoco pudieron utilizar dichas duchas. INxA pide al responsable de la instalación y al concejal de deportes que aclare porque la instalación ha estado 5 días sin agua caliente. A las 10 de hoy lunes 25 de Febrero de 2013, todavía no se había solucionado el problema. ¿Es irreparable el problema y por eso no hay agua caliente? O por otro lado, ¿hay dejadez y pasan los días sin solucionarse el problema?
Independientes por Alaquàs cree que casi 6 días sin agua caliente en unas instalaciones que la frecuentan un alto número de personas de todas las edades, es una irresponsabilidad. Quizás el mal mantenimiento y la falta de economía que tiene el ayuntamiento lleva a estas cosas que sufren los vecinos y vecinas que pagan religiosamente, tanto sus impuestos como las cuotas del pabellón.